La tarea de la Loba consiste en recoger huesos de lobos para así poder completar el esqueleto completo y empezar a cantar junto al fuego. Una vez que empieza su cántico los huesos de las costillas y las patas del lobo se cubren de carne y pelo, finalmente cobrando vida. El lobo al ser iluminado por un rayo de sol o luna se transforma en una mujer que corre libremente.
Pero ¿Que nos quiere decir este cuento?, según Pinkola es un cuento de resurrección acerca de la conexión subterránea con la mujer salvaje. Se destaca la metáfora de cantar sobre los huesos, la cual representa un acto profundo de autoexpresión y sanación. Cantar sobre los huesos significa usar la voz del alma, hablar desde la verdad interna y esencial de uno mismo, infundiendo vida y energía a aquellas partes que están dañadas o necesitan recuperación. Este proceso requiere descender a las profundidades del amor y del sentimiento, permitiendo que el deseo de conexión con el Yo salvaje se desborde y facilite una comunicación sincera con el propio ser. Se subraya que este acto de descubrir y cantar el himno de la creación es una tarea solitaria que no debe buscarse en un amante, sino que es un esfuerzo personal y femenino que se lleva a cabo en el desierto de la psique, donde cada mujer debe explorar y expresar su propia esencia creativa para alcanzar una verdadera sanación y revitalización interna.
El personaje de la Vieja puede identificarse como "la que sabe" , esta esta dentro de nosotras ya que representa este Yo salvaje, una conexión esencial entre el espíritu de las mujeres y el espíritu de La Loba, uniendo mente e instinto en un espacio donde la vida profunda de una mujer se convierte en la base de su existencia cotidiana. En este lugar simbólico, se encuentran y se entrelazan el Yo y el Tú, permitiendo que las mujeres corran espiritualmente con los lobos, es decir, que vivan en armonía con sus instintos naturales y su sabiduría ancestral.
Para finalizar, nos enseña que el proceso de sanación y autoexpresión es un viaje solitario y profundamente personal. A través de actos creativos y una conexión íntima con nuestro Yo salvaje, podemos revitalizar las partes de nosotros que han sido olvidadas o dañadas. Este viaje no es fácil ni lineal, ya que implica adentrarse en las profundidades de nuestro ser y enfrentarnos a misterios que desafían la lógica. Sin embargo, es en este espacio de introspección y creatividad donde encontramos el verdadero fundamento de nuestra existencia cotidiana. Al abrazar nuestro instinto y sabiduría ancestral, nos permitimos vivir en armonía con nuestra naturaleza auténtica, corriendo espiritualmente con los lobos y cantando sobre los huesos para traer vida y significado a nuestra experiencia humana.